Comentario
El asalto a la Fortaleza Europa va a ser preparado minuciosamente por el Mando Conjunto aliado. El fracaso del desembarco canadiense en Dieppe (1942) preocupaba a los Aliados. Sin embargo, en 1944, la situación era diferente, pues el enemigo estaba en inferioridad de condiciones, y la prolongación de la guerra (habían pasado casi cinco años) y las peticiones soviéticas para que se abriera un nuevo frente (5) hacía perentorio el asalto a Europa.
Asimismo, las experiencias de los desembarcos aliados en África del Norte y en Italia (y las enseñanzas de Dieppe) debían servirles para no repetir errores.
El plan de desembarco será fruto de la estrecha colaboración entre los Aliados occidentales, en particular entre estadounidenses y británicos; pero también aportarán su contribución los canadienses y, en determinados aspectos, los franceses. En cierto modo, todo aquel que tenga algo que decir será bien recibido, y en este caso los militares darán prueba de una inusual flexibilidad y a veces, incluso, de humildad. Hasta el Día D, el plan sufrirá modificaciones secundarias (sobre la utilización del material y tropas, sobre las operaciones post-desembarco, sobre la penetración en Francia, etc.)
En la Conferencia de Quebec el teniente general sir Frederick Morgan, jefe del Estado Mayor del Mando Supremo aliado (Chief of Staff to the Supreme Alliad Command, COSSAC), había presentado el proyecto general de invasión. Se había decidido nombrar comandante supremo al general norteamericano D. D. Eisenhower -que asumirá el mando en diciembre de 1943-, al que no se consideraba un gran soldado, pero a quienes todos aceptaron. Su equipo formado por el mariscal del Aire sir Arthur Tedder, británico; el jefe del Estado Mayor general Walter Arthur Bedell-Smith, estadounidense, cuyo ayudante será el general británico sir F. Morgan. El jefe de las fuerzas navales será sir Bertram Ramsey (quien llevó a cabo la evacuación británico-francesa de Dunkerque en 1940) y el mariscal del Aire sir Trafford Leigh-Mallory, ambos británicos. El mando de las fuerzas de tierra fue dado a Montgomery -Eisenhower hubiera preferido a Alexander, pero éste estaba en Italia-, que asumirá el mando durante toda la primera fase de Overlord, hasta que, al ser más numerosos los norteamericanos, se creará un segundo mando puramente estadounidense. El mando le había sido conferido a Montgomery por ser el general más experimentado.
El 1 de febrero de 1944 se pondrá en marcha el Plan conjunto Neptuno que preparará los instrumentos para la ejecución de Overlord.
El "Plan Overlord" preveía la preparación de una fuerza de invasión dotada del material y adiestramiento necesarios, formada por tropas de Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá -más adelante se les unirían unidades francesas y polacas-, que partiría de puertos del sur de Inglaterra en una flota de barcos de guerra y mercantes y acompañada por la aviación. Los preparativos se realizarían en gran secreto, lo mismo que el adiestramiento de la tropa. Debería hacerse creer a los alemanes que se trataba de un ataque diversivo que debía ocultar otro un lugar diferente. Las fuerzas invasoras desembarcarían en la costa de Francia septentrional. Se había previsto la zona Caen-península de Cotentin, en Normandía, pues Calais, el otro punto discutido, había sido considerado menos distante, pero demasiado defendido y con pocas posibilidades para desplegar las unidades desembarcadas y ensanchar las cabezas de playa. La zona de Caen, en cambio, disponía de defensas más ligeras, mejores posibilidades de desplegar tropas y de construir aeródromos; pero el único puerto de calado era el de Cherburgo, muy alejado de los puntos de desembarco.